De acuerdo a la ley de la Torá, solamente el sangrado uterino convierte a una mujer en nidá, esta sangre tiene que ser de colores específicos y debe ser acompañada de una sensación interna llamada hargashá. La ley rabínica expande esta definición como veremos más adelante.
Como es definido en la Torá, el término nidá se refiere a la menstruación. La Torá también describe otras situaciones similares, como por ejemplo tener un flujo similar al menstrual en un momento inesperado de tu ciclo o por más de siete días (zavá). Para uso común el término nidá podrá referirse a cualquiera de estos casos.
Te conviertes en nidá en el instante en que la sangre sale del cerviz y entra en la vagina, incluso antes de dejar tu cuerpo. Mantienes este status hasta que te hayas realizado un hefsek tahará válido, contado siete días limpios con bedikot y te hayas sumergido en una mikve. Mientras estés nidá, tú y tu marido deben abstenerse de todo tipo de contacto físico.
El sangramiento vaginal debido a un corte, una abrasión o algún otro trauma, es denominado dam maká, y no te convierte en nidá.
Otras formas de convertirte en nidá
Existen situaciones en las que te puedes convertir en nidá sin menstruar.
Dam betulim (sangramiento himenal)
Muchas de las leyes de nidá también se aplican a la kalá después de su primera relación sexual (dam betulim), a pesar de que el estiramiento del himen definitivamente es una herida, maká.
Yoledet (parto)
Una mujer que da a luz o sufre de un aborto es considerada una yoledet y debe observar las mismas leyes que una mujer que está nidá.
Petijat hamakor (apertura uterina)
Ciertos tipos de procedimientos médicos que incluyen la apertura de la cerviz también pueden convertirte en nidá, incluso si aparentemente no hay sangramiento.
Una afirmación falsa
Si anuncias falsamente que estás nidá, adquieres el estatus de nidá sin sangrar. Por esta razón, este no es un tema apropiado para hacer bromas, y definitivamente nunca debe ser usado como un armamento en una disputa.
Si tienes una buena razón para hacer esta afirmación (por ej., te equivocaste), debes hacer una pregunta específica – a veces uno puede retractar la afirmación. Si tienes cualquier duda acerca de tu estatus, es mejor decir, “No estoy segura de mi estatus de nidá”. Tú y tu marido deben comportarse como si estuvieras nidá hasta que puedas clarificar la situación. Si le dijiste a tu marido que estabas nidá y luego se dan cuenta que fué un error, debes hacer una pregunta halájica específica.